3/07/17

‘¿Escucho la voz del Señor, que habla con humildad?’

En la casa Il Divin Maestro de Ariccia


La primera meditación de los ejercicios espirituales predicados por el padre Giulio Michelini ante el papa Francisco y sus colaboradores cercanos de la Curia romana, se realizó este lunes por la mañana.
Ayer domingo por la tarde en cambio, fue la introducción a los Ejercicios, los cuales durarán hasta el viernes por la mañan y que incluyen dos meditaciones cotidianas.
Lo informó la Radio Vaticano, precisando que en su predicación, el sacerdote franciscano invitó a las 74 personas presentes a plantearse algunos interrogantes sobre la propia vida espiritual.
Entre las cuales: “¿Escucho la voz del Señor, que habla de manera humilde, o pongo mis intereses personales antes del Reino de Dios? Jesús tomaba sus decisiones en la oración, no a través de sueños o magos, como en cambio hacía Alejandro Magno, de acuerdo a la narración de Plutarco”, dijo.
Así el padre Michelini exhortó a los presentes a preguntarse cómo ellos toman las decisiones importantes de la propia vida:¿Con qué criterio discierno? ¿Escucho la palabra de Dios que habla de manera humilde?
Jesús revela poco a poco su vocación y en su vida deja mucho espacio a los encuentros. Además en la tradición judía, con el final de la gran profecía, se consideraba que Dios seguía hablando de manera humilde: a través de los niños o de los locos. O con una comunicación similar al susurro de un viento suave como le sucedió a Elías en el monte Oreb.
Apoyándose en esto el padre Michelini hace otro llamado a la reflexión: “¿Tengo la humildad de escuchar a Pedro? ¿Tenemos la humildad de escucharnos los unos a los otros, evitando los prejuicios que tenemos, y con atención para recoger lo que Dios quiere decirnos a pesar de mis cierres? ¿Escucho la voz de los otros, quizás débil, o escucho solamente mi voz?
Entre las muchas reflexiones del fraile menor, también la de Hanna Arendt que indicaba la banalidad del mal, refiriéndose a como los jerarcas nazis hablaban de las atrocidades cumplidas por ellos, paragonando esto  a la brutalidad con la que se realizó el asesinato de Juan el Bautista por pedido de Herodías.
La última reflexión fue: “¿Me pregunto si tengo el coraje de ir hasta el fondo para seguir a Jesucristo, tomando en cuenta que esto significa cargar la cruz como él ha dicho, anunciando la resurrección, la alegría, pero también la prueba?: Si alguien quiere venir detrás de mi, reniegue a sí mismo, toma su cruz y me siga”.